-INTERVENCIÓN EN EL PARADOR ARISTON, MAR DEL PLATA-
Introducción
El ejercicio que se propone en esta última etapa del Curso de INTRODUCCIÓN AL DISEÑO es la intervención en una obra de arquitectura emblemática que el Movimiento Moderno produjo en nuestro país: el parador “Ariston”. Esta obra fue diseñada por dos jóvenes arquitectos argentinos, Carlos Coire y Eduardo Catalano, (ambos Profesores Honoris Causa de nuestra Universidad de Morón), conjuntamente con el arquitecto húngaro Marcel Breuer, quien por aquellos años (1946/1947) se encontraba en nuestro país. A él se le atribuye una frase que sintetiza su pensamiento: … “La arquitectura moderna no es un estilo sino una actitud”…
De hecho, en nuestro país, el Movimiento Moderno se dio en un contexto de gran efervescencia cultural, donde figuras como Victoria Ocampo encabezaban una revolución que introdujo profundos cambios en las artes. Siendo la arquitectura el símbolo de los tiempos, era evidente que ese cambio de pensamiento se reflejara en obras de vanguardia. Los historiadores nos hablan de la constitución de lo que se conoce como “Grupo Austral”, en el que intervinieron arquitectos de la talla de Antonio Bonet, (de vasta producción por estas tierras), Kurchan, Ferrari Hardoy, Coire, Catalano y Caminos, entre otros, quienes intentaban transmitir los ideales del pensamiento moderno a nuestra sociedad.
A manera de visualizar el lenguaje que empleaban los arquitectos modernistas en sus obras, proponemos que analicen las imágenes que subimos al blog que corresponden a la Casa del Arq. Catalano en Raleigh, y la casa del Puente, en Mar del Plata, obra del arq. Williams, tal como hicimos en clase con la obra del arq. Bonet “lSolana del Mar” en Portezuelo, Uruguay.
Como dijimos, el “Ariston”, (obra de carácter muy singular por su forma), plasmó el pensamiento revolucionario de la arquitectura moderna en Argentina. Fue originalmente pensada para generar un punto de interés que fomentara el desarrollo urbanístico de la que ahora se conoce como Playa Serena. Se implanta sobre la ruta que une Mar del Plata con Miramar (hoy ruta 11), en una zona que se caracteriza por un fuerte acantilado sobre la playa (ver imágenes satelitales extraídas del Google Earth). De hecho, las fotos de época nos permiten inferir la fuerte impronta que ese paisaje imprimió en la obra.
Originalmente, el edificio estaba destinado a una confitería bailable; un largo muro direccional construido en piedra de la zona contenía a una pequeña caja vidriada que constituía el acceso principal, con un apoyo de sanitarios y guardarropa. Ese mismo muro relacionaba al edificio con un prisma rectangular donde se albergaban los cuartos del personal de servicio del parador. Asimismo, sobre él se recostaba una escalera exterior que llegaba hasta el área más “cerrada” del volumen principal, donde se ubicaba la zona de barra. Es claro que el largo perímetro vidriado de la planta alta permitía dominar el paisaje, (rasgo que creemos es de fundamental importancia rescatar en esta intervención), excepto en la zona que recibía el sol del oeste, que fue intencionalmente cerrada con el diseño de la carpintería y destinada al área que servía al salón de baile en la planta alta.
Actualmente, tal como lo demuestran las fotografías que se han analizado, el edificio se encuentra en un total estado de abandono. Sucesivas ocupaciones poco afortunadas han llevado a la mutilación y degradación de esta obra. Resulta bastante difícil de comprender cómo es que la indiferencia de nuestra sociedad permite que se destruyan los símbolos que constituyen la base de nuestra identidad cultural. En la misma ciudad de Mar del Plata, tenemos otro lamentable ejemplo de abandono, y corresponde, paradójicamente, a otra obra singular que el modernismo produjo en nuestro país: la “Casa del Puente”, de Amancio Williams; una obra ampliamente conocida, de trascendencia mundial, que también ha sido devastada y se encuentra en peligro, tal como el Ariston. Nuestra ciudad de Buenos Aires también, lamentablemente, ha perdido valiosísimas obras de nuestro pasado más o menos reciente.
Por ello es que surge esta iniciativa del taller de Introducción al Diseño, como forma de sensibilizar a aquellos que tienen el poder de decisión, a los colegios profesionales y a la sociedad en su conjunto. Desde aquí, simplemente, queremos aportar ideas acerca de la posibilidad de refuncionalizar este edificio, de acuerdo a las necesidades del siglo XXI; queremos mostrar que “se puede”, que es factible recuperar esta obra para las generaciones venideras.
En la casita histórica de nuestra Universidad de Morón, reza una frase que me parece muy pertinente para aplicar a este caso: “Para construir el futuro, no es necesario destruir el pasado”.
Epílogo
La madurez de una sociedad pasa también por la reflexión y el cuidado de todos aquellos elementos que nos recuerdan nuestras raíces, y por lo tanto, que construyen nuestra identidad.
Arq Marcela Kral
Les dejamos algunas fotos representativas de la arquitectura del movimiento moderno, que nos permiten ver el espíritu de la época, que hemos señalado en el texto introductorio.
Arq. Amancio Williams - Casa del puente - 1943 a 1945 - Mar del Plata
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Estado actual del interior |
Arq. Eduardo Catalano - Casa Raleigh - 1943 a 1954 - Estados Unidos
Arq. Antonio Bonet - Casa Oks - 1955 a 1956 - Buenos Aires
Arq. Antonio Bonet - Solana del Mar - 1945 a 1947 - Punta Ballena - Uruguay
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Silla BKF - Grupo Austral - Arqs. Bonet, Kurchan, Ferrari-Hardoy - 1938 |
Silla Wassily - Arq. Marcel Breuer - 1925 a 1926
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